Navega al compás del órgano marino
Navega al compás del órgano marino
Zadar, la ciudad que se ha vuelto mundialmente famosa por su órgano marino y su reloj solar, representa un puerto de partida ideal para el descubrimiento de numerosas perlas insulares en las aguas que la rodean. Al planificar la ruta desde Zadar conviene consultar el pronóstico del tiempo y, además de los excelentes servicios meteorológicos de los que disponemos hoy en día, puedes también hacer caso a las señales de cambio del tiempo usadas tradicionalmente. Si el horizonte al oeste no augura tormenta, y las boinas blancas en el monte de Velebit no anuncian la llegada del viento bura, lo suyo es dirigir la proa hacia la recortada parte noroeste de la isla de Dugi otok.
Esta zona se caracteriza por numerosos islotes, áreas de agua poco profunda y el imponente faro de Veli rat, con un refugio seguro en el puerto deportivo del mismo nombre y en numerosas calas cercanas. La experiencia más auténtica es pasar la noche en la cala turquesa de Sakarun, con vista al mar abierto y a una irresistible playa de arena blanca que invita a jugar en ella.
Un ambiente totalmente distinto caracteriza la orilla suroeste de la isla de Pašman, situada en frente de las Kornati, sobre todo por su abundante vegetación y los beneficios de la civilización. Sus excelentes y habitados puntos de anclaje son extraordinariamente populares en los meses de verano, mientras los amantes de un ambiente más íntimo tienen a su disposición la cala de Žinčena.
Si el viento y las estrellas te llevan hasta otra perla de las aguas de Zadar ―la isla de Iž―, pasa una noche tranquila en el único puerto deportivo de la isla o echa el ancla bajo las estrellas en la cala turquesa de Knež.
Para terminar la ruta dirígete rumbo a la isla de Vrgada, que presume del merecido título de ser una isla de pescadores, y pasa la noche en la cala de Luka, rodeado de playas de arena, un espeso bosque de pinos y el canto de las cigarras. Después de pasear por las callejuelas de la principal localidad de la isla, en la que no hay automóviles, y de visitar el islote en forma de corazón de Galešnjak, da por terminada esta aventura marítima al compás del órgano marino y con el espectáculo de una de las mejores puestas de sol.